miércoles, 24 de septiembre de 2008

Crumble de Tomates Confitados

Irene tiene debilidad por el chocolate y yo tengo debilidad por los tomates. Cada loco con su tema :) Para los que lo del crumble les suene a chino el crumble se define como "una compota de fruta cubierta de una masa quebradiza de harina, mantequilla y azúcar" (similar a una galleta de mantequilla desmenuzada).

En este caso el crumble es salado con la mezcla que cubre el plato hecha de queso parmesano y piñones.... el resultado es delicioso! Lleva un buen rato hacerla porque hay que esperar a que los tomates estén confitados, pero merece la pena. Como entrante o como acompañamiento de un plato de pescado al horno o a la brasa es delicioso. También es un plato apto para "comer de taper", se puede comer caliente, frío o templado!



Esta es nuestra aportación (junto con la Crème Brulé de tomates de Irene) al HEMC 25!




Aquí os dejo otra foto para que os den más ganas de hacer esta receta :)




Ingredientes (para 6 personas):

Para el relleno:

12 tomates medios/grandes
250 gr de queso de cabra fresco
20 aceitunas negras sin hueso
6 ramitas de tomillo
4 dientes de ajo
3 cucharadas de vinagre balsámico
4 cucharadas de aceite de oliva

Para el crumble:
50 gr de parmesano rallado
30 gr de piñones
80 gr de mantequilla
120 gr de harina
1 cucharilla de azúcar


Preparación:
  • Cortar los tomates en dos a lo largo. Colocarlos bien juntos, con la parte cortada hacia abajo, en dos sartenes antiadesivas.
  • Dejar 5 min a fuego medio/alto. Se les da la vuelta y se añade a cada sartén: 3 ramitas de tomillo, 2 dientes de ajo, sal, 2 cucharadas de aceite.
  • Cerrar con una tapa las dos sartenes y dejar cocer durante unos 30 min a fuego lento.
  • Destapar y dejar hasta que casi todo el jugo se haya evaporado sin subir el fuego (puede llevar otra media hora) antes de echar 2 cucharadas de vinagre balsámico en cada sartén.
  • Dejar 1 minuto más al fuego y dejar enfriar en la sartén. Retirar las ramitas de tomillo.
  • Precalentar el horno a 200° (temperatura 6).
  • Preparar el crumble con la mantequilla templada y la harina. Mezclar con los dedos y añadir el azúcar, el queso parmesano rallado y los piñones.
  • En una fuente que pueda ir al horno se pone una capa de tomates bien juntos (intentar que no se deshagan al pasarlos de la sartén a la fuente). Se añade luego 2/3 del queso de cabra en trocitos y la mitad de las aceitunas cortadas en 2.
  • Se termina por otra capa de tomates más el queso y las aceitunas que quedan.
  • Cubrirlo todo con la preparación de crumble y meter al horno unos 20 min. El crumble debe estar bien tostado.
  • Se puede comer caliente, templado o frío.




Antes y después de la media hora de cocción con la tapadera puesta


Los tomates ya confitados




Se monta el crumble como si fuera una lasaña

Comentarios:


Si los tomates son más bien medianos (incluso pequeños), quedarán más confitados que los grandes (mucho más ricos!). Sin embargo, también habrá menos tomates para montar el crumble al final...

lunes, 22 de septiembre de 2008

Blondie de queso cremoso

El fin de semana preparé un brownie para llevar a la ya habitual salida dominguera a la montaña (he colgado algunas fotos más abajo). Ésta vez fuimos a Stanserhorn: 1500 metros de desnivel en 3,5 horas! Como he dicho hace poco, se me acumulan las recetas, así que he preferido publicar una de antigua, la que hice para la triathlon de hace ya unas semanas (además de las galletas de nueces de macadamia con chocolate blanco, cuya receta ya publiqué en este blog). Y es que esta receta no tiene desperdicio porque, señoras y señores, estos blondies de queso cremoso son uno de los mejores dulces que he hecho en los últimos meses. Básicamente me E-N-C-A-N-T-A-R-O-N. Esponjosos, nada empalagosos, con el gusto del queso y de la vainilla... Y además, nada difíciles de hacer! Bueno, lo de tener que hacer dos masas y luego mezclarlas lleva un poco de trabajo, pero de verdad os digo que vale la pena! Si os apetece probar una de las recetas de este blog, ésta es una de las que yo os recomendaría sin ninguna duda!

Ya expliqué cuando publiqué la receta del blondie de frambuesa y almendra que el blondie es básicamente un brownie que, por no llevar chocolate, no puede llamarse "brown"-ie. Veo que la mayoría os quedasteis sorprendidos por esta explicación, la verdad es que a mí también me pareció curioso cuando me enteré :)



Antes de empezar:
  • Dificultad: fácil
  • Preparación: 30 min
  • Cocción: 45 min
  • Coste: barato
  • Origen: Internacional
  • Receta adaptada de: Cream Cheese Swirl Blondies, Martha Stewart's Cookies

Ingredientes (para 18 trozos pequeños):


150g de mantequilla a temperatura ambiente
220g de harina
4g de levadura en polvo (una cucharadita de café)
2g de sal (media cucharadita de café)
200g de azúcar moreno
3 huevos grandes a temperatura ambiente
1 cucharadita y media de esencia de vainilla
200g de queso cremoso (tipo Philadelphia) a temperatura ambiente
50g de azúcar blanco


Preparación:
  • Encamisar con papel vegetal un molde cuadrado de 20cm de lado.
  • Tamizar en un bol 200g de la harina, la levadura y la sal.
  • En un robot de cocina con una pala de amasar (o con una batidora eléctrica de mano), batir 125g de la mantequilla con el azúcar negro a velocidad media, hasta que la mezcla blanquee (unos 3 minutos).
  • Añadir 2 de los huevos, una cucharadita de la esencia de vainilla y seguir batiendo hasta que todo quede bien mezclado.
  • Bajar la velocidad a lenta y añadir poco a poco la mezcla de harina, hasta que la masa quede homogénea (si no tenéis robot, es mejor hacer este paso a mano con una espátula, porque igual la batidora eléctrica no tiene suficiente potencia).
  • Transferir a un bol más grande y reservar.
  • En el bol del robot de cocina (habiéndolo limpiado de la masa anterior), poner el queso, el azúcar blanco, los 25g restantes de mantequilla, los 20g restantes de harina y el huevo y batir a velocidad media hasta que quede una mezcla cremosa (se puede hacer también con una batidora de varillas eléctrica).
  • Poner 3/4 de la primera masa en el molde preparado y alisar con una espátula. Esparcir por encima 2/3 de la crema de queso y alisar. Finalmente, verter a cucharadas el resto de ambas mezclas y alisar con una espátula.
  • Con un cuchillo, mezclar la superficie de la masa para que ambas preparaciones se mezclen formando una especie de remolinos.
  • Hornear en un horno precalentado a 165ºC durante unos 45 minutos, o hasta que al pinchar con un cuchillo en el centro de la masa, éste salga limpio.
  • Sacar del horno y dejar enfriar dentro del molde durante unos 15 minutos.
  • Transferir a una rejilla y dejar enfriar por completo antes de cortarlo a trozos (yo lo corté en 18).


Comentarios:


Yo lo hice todo con el robot de cocina (que para eso lo tengo!). Pero como ya he dicho en la receta, se puede hacer perfectamente con una batidora de varillas eléctrica. Igual lleva un poco más de trabajo, pero el resultado será el mismo!

Os dejo con las fotos de la triathlon...


Con Julia y Colette en la triathlon de Alstom del pasado 31 de agosto

... y las de la salida del domingo:




Los "happy hikers"


Y lo que vimos por debajo y por encima de las nubes! Increíble...

viernes, 19 de septiembre de 2008

Quiche de champiñones

Acabo de mirarlo: hacía casi 3 meses que esta menda no publicaba una receta de un plato salado (si no tengo en cuenta la crême brûlée de tomate, que es para el HEMC). Pero bueno, a estas alturas, supongo que los que leéis el blog con más o menos regularidad, ya os habréis dado cuenta de mi irreprimible desviación hacia la repostería. Bueno, incluso los que llegáis a este blog por primera vez os habréis dado cuenta, sólo hay que echar un vistazo a las últimas recetas publicadas... Como ya he explicado alguna vez, no es que sólo cocine repostería (de hecho, cada fin de semana preparo las comidas de la semana siguiente para llevarme una fiambrera al trabajo, y os aseguro que no como sólo pasteles!). Pero es que las recetas saladas me motivan para comerlas, pero no para contarlas y mucho menos pare lucirme con ellas... Así que cuando tengo que elegir entre pasar 3 horas en la cocina para preparar un pastel, o pasarlas para prepar un guisado de carne, ni siquiera me entran las más ligeras dudas.

Las quiches me parecen un plato estupendo para preparar el fin de semana y poder comerla varias veces durante la semana (aunque mejor que la comáis los primeros días de la semana y no la dejéis para el viernes, que 3-4 días aguanta bien pero más es poner en riesgo vuetra salud...). Son bastante fáciles de hacer, llevan relativamente poco trabajo, se pueden hacer con tooooooodas las sobras que tengáis en la nevera :), con verduras si queréis comer sano... Y os aseguro que seréis la envidia de vuestros colegas cuando os vean llegar con un trozo de quiche hecha en casa (lo digo por experiencia!). Está claro que la masa se va reblandeciendo según pasan los días, pero estamos hablando de comer un táper en el trabajo, así que entre la cantina de mi curro y una quiche casera y un poco reblandecida, me quedo claramente con la segunda opción! En este blog hemos publicado ya otras tres recetas: la clásica quiche Lorraine (esta igual es un poco pesada para comer en el trabajo, con el bacon y eso...), la también clásica quiche de puerros y una quiche sencilla de verduras para hacer en un pispás. Aquí os dejo con la nueva creación, la de champiñones. Siento que la foto no sea muy bonita, se me olvidó hacerla el finde y entre semana no estoy para florituras fotográficas...




Antes de empezar:
  • Dificultad:baja
  • Preparación: 30 min
  • Cocción: 20-30 min
  • Coste: barato
  • Origen: Internacional (aunque hay que reconocer que los franchutes son los reyes por excelencia de la quiche...).
  • Receta adaptada de: Quiche de xampinyons, Dinars de tàper, Ada Parellada

Ingredientes (para 4 personas):


1 cebolla pequeña
Medio quilo de champiñones (yo usé 250g de champiñones blancos y 250g de marrones)
2 huevos
2dl de crema de leche (yo la usé aligerada en materia grasa, para que la quiche no fuese tan pesada)
50g de queso rallado (yo usé parmesano)
1 cucharada de perejil picado (mejor si es fresco, pero seco también vale)
1 rollo de masa quebrada (o, en su defecto, de hojaldre) de 30cm de diámetro (para un molde redondo de unos 24cm de diámetro, si lo hacéis con un molde más pequeño, tendréis que reducir las cantidades)
8 tomates cherries (opcional)
Aceite de oliva, sal


Preparación:
  • Cortar la cebolla a trozos pequeños y freirlos en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva hasta que se doren ligeramente (unos 7 minutos).
  • Mientrastanto, cortar los champiñones a láminas gruesas y lavarlos con agua (cuanto menos se laven, más conservarán su aroma, aunque hay que asegurarse que no tengan tierra!).
  • Sacar la cebolla de la sartén y reservarla.
  • En la misma sartén, y sin más aceite del que quede de la cebolla, poner los champiñones, salarlos y dejar cocer a fuego lento unos 10 minutos.
  • Mientras, mezclar en un bol grande los dos huevos batidos, la crema de leche, una buena parte del queso rallado, la cebolla, el perejil y un pellizco de sal.
  • Poner la masa quebrada en un molde con unos centímetros de borde y pinchar el fondo con un tenedor.
  • Escurrir los champiñones y ponerlos sobre la masa.
  • Cubrir con la crema y agitar el molde para que se reparta bien.
  • Opcionalmente, añadir los tomates cherry lavados y partidos por la mitad.
  • Espolvorear el queso restante.
  • Hornear durante 20-30 minutos en un horno precalentado a 175ºC, hasta que la crema haya cuajado completamente.
  • Comer tibio o frío.

Comentarios:


Lo de los tomates es completamente opcional. A mí me gusta ponerlos porque le dan color a la quiche y un poquito de acidez que contrasta con la nata y el huevo. Pero vamos, lo dicho, que cada uno le puede echar lo que quiera.

Como también he dicho, la quiche aguanta bien en la nevera hasta 3 o 4 días, aunque la masa debajo de la quiche se reblandecerá un poco.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Blondies de frambuesa y almendra

Jo, se me acumulan las recetas! No me da tiempo a publicar las de la semana anterior que ya tengo dos o tres nuevas. Qué estrés!!! Bueno, exagero un poco, mejor tener recetas en reserva para cuando lleguen los tiempos de otros tipos de estrés y no me dé tiempo de cocinar, entonces puedo publicar las viejas :)

Esta receta la hice el sábado para llevarla a la salida del domingo. El tiempo por estas tierras es no sólo lluvioso como el fin de semana pasado, sino que además hace un frío que pela (por ser septiembre, quiero decir). Así que ayer sólo nos animamos 3 a subir al monte: Ross, Beatrice y una servidora. Ya habíamos previsto una salida fácil y no muy lejos (al Uetliberg, la montaña que está al ladito de Zürich), porque nos temíamos la espantada, pero aún así a la gente le dio pereza salir con el mal tiempo... La verdad es que al final no estuvo tan mal, porque aunque no vimos el sol en todo el día, no nos llovió nada. Y la mayor parte del camino fue por unos bosques preciosos, con vistas de lujo al lago de Zürich. Qué más se puede pedir (a parte de un poco de sol, claro...)?

Para los que os preguntéis qué demonios es un blondie, que sepáis que es en realidad un brownie que, por no llevar chocolate, no tiene color marrón. Y como entonces no se puede llamar brownie, pues lo llaman blondie. Los anglófonos, siempre con sus reglas tan simples para llamar a las cosas! A parte del color, es básicamente lo mismo: masa poco esponjosa, densa, normalmente con algún fruto seco, que se come cortada a cuadraditos o rectángulos.




Antes de empezar:
  • Dificultad: baja
  • Preparación: 20 min
  • Cocción: 55-60 min
  • Coste: medio
  • Origen: Internacional
  • Receta adaptada de: Raspberry Almond Blondies, Martha Stewart's Cookies

Ingredientes (para 15-20 cuadraditos):


200g de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
Media cucharadita de sal
125g de mantequilla a temperatura ambiente
225g de azúcar
2 huevos grandes a temperatura ambiente
1 cucharadita de extracto de vainilla
100g de almendras a láminas
125 de frambuesas frescas (o, en su defecto, las congeladas también valdrán)


Preparación:
  • Encamisar un molde cuadrado de 20cm de lado con papel vegetal o engrasarlo con mantequilla.
  • En un bol grande, tamizar la harina, la levadura y la sal.
  • En un robot de cocina con la herramienta para amasar (o con una batidora de varillas) poner la mantequilla con el azúcar y batir a media velocidad hasta que la mezcla blanquee y quede cremosa (unos 3 minutos).
  • Añadir los huevos de uno en uno (no añadir el siguiente hasta que el anterior se haya integrado bien en la masa) y, al final, la esencia de vainilla.
  • Reducir la velocidad a lento y añadir progresivamente la harina y dos tercios (aproximadamente) de las almendras. Si no tenéis robot de cocina, mejor que hagáis esta operación a mano con una espátula.
  • Verter la mezcla en el molde y alisar con una espátula.
  • Esparcir las frambuesas por encima y las almendras restantes, apretando un poco para que queden bien enganchadas a la masa.
  • Hornear durante 55-60 min en un horno precalentado a 165ºC o hasta que al pinchar con un cuchillo en el centro, éste salga limpio. Es conveniente girar el molde a la mitad para que la cocción sea homogénea.
  • Sacar el molde del horno, dejar enfriar durante 15 minutos, desenmoldar y dejar enfriar completamente en una rejilla.
  • Cortar a trozos al gusto (yo lo corté en 15 rectángulos).

Comentarios:


Según el libro, los blondies aguantan bien hasta 3 días dentro de un táper a temperatura ambiente, manteniéndolos entre capas de papel vegetal.

Os dejo unas fotos de la salida, que me consta que hay gente que utiliza el blog para estar al día de cómo le va a mi vida, y las fotos siempre son una buena muestra!




sábado, 13 de septiembre de 2008

Crême brûlée de tomate

Aida, la otra mitad de este blog (menos activa en publicar recetas por sus miles de otras ocupaciones, pero muchísimo más puesta en el HEMC que yo...), hace tiempo que me da la paliza con el tomate: "Nosotras organizamos el HEMC este mes y todavía no has colgado ninguna receta!". Y bueno, un poco de razón sí tiene... Así que me puse manos a la obra y he preparado esta receta, que tiene su historia...

La crême brûlée de tomate la probé por primera vez (y única) en el Juan Costa, un restaurante español que hay aquí en Zürich. Es una crema de tomate, servida en una cazuelita y caramelizada (por eso lo de crême brûlée, "crema quemada" en francés), que se toma como entrante (los que os estuvierais preguntando si era un postre, ahora ya sabéis que no, es un entrante). Tiene un gusto bastante potente (por eso es recomendable que las proporciones sean chiquitinas, si no se hace demasiado fuerte y cansa). Y también un fuerte contraste de sabores (salado de la crema, dulce del caramelo) y de texturas (crema-crujiente). A mí me encantó! Así a secas: me pareció uno de los mejores entrantes que he comido en mi vida! Y os recomiendo que probéis la receta, porque no es nada complicada. Eso sí, no aconsejaría que la hicieseis por primera vez un día que tengáis invitados, porque me da a mí que es uno de esos platos que despierta amores y odios a partes iguales. A lo mejor me equivoco, es sólo mi sensación, pero no creo que le guste a todo el mundo. Bueno, si la hacéis ya me contaréis!

Ah, si estáis intereados en entrantes hechos a base de tomate, prodéis probar también las bruschettas de tomate, una receta súper sencilla y muy pero que muy rica!






Antes de empezar:

Ingredientes (para 4 personas, como entrante):


100g de tomates confitados en aceite de buena calidad (en mi caso eran confitados en aceite y orégano)
250ml de nata espesa (yo use double crème)
1 huevo
1 trocito de parmesano (20-30g, no lo pesé así que lo pongo a ojo...)
Sal, pimienta
Mantequilla (para engrasar los moldes)
Azúcar moreno fino, para caramelizar


Preparación:
  • Cortar los tomates a trozos pequeños y triturarlos en el túrmix con un poco de aceite con el que van confitados (para que le sea más fácil al túrmix).
  • Añadir la nata y el huevo y batir ligeramente con el túrmix (sin pasarse, la nata no tiene que montar). Añadir sal y pimienta al gusto.
  • Engrasar con mantequilla 4 moldes de cerámica (mejor si son de los de crema catalana, bajitos y anchos, aunque yo como no tenía lo hice con los de mini-suflé, que son más altos y estrechos).
  • Cortar el queso a trocitos y repartirlos en los moldes.
  • Verter la crema.
  • Hornear durante 30 minutos en un horno precalentado a 160ºC.
  • Sacar del horno y dejar enfriar (al enfriar bajará un poco de volumen). Si no lo vais a consumir ese mismo día, se puede guardar en la nevera y sacarlo una media hora antes de servir.
  • Justo antes de servir, espolvorear con azúcar cada molde (que quede una capa fina pero homogénea) y quemar con un soplete de cocina o con una pala de crema catalana.


Comentarios:


Puesto que la receta se basa prácticamente en los tomates confitados, cuanto mayor sea la calidad de los tomates, mejor quedará el plato. Yo, como nunca antes había utilizado tomates confitados, me fui a una tienda de delicatessen y compré unos italianos (así a ojo, parece que los italianos son buenos...). Son los de la foto de más abajo...

Si no tenéis ni pala de quemar ni soplete de cocina (yo lo tengo porque Aida me lo regaló un año por mi cumple, sino probablemente no lo tendría!) siempre podéis hacer que el azúcar caramelice con el grill del horno. Aunque según la receta original la crema tiene que estar tibia.



martes, 9 de septiembre de 2008

Cupcakes 3 chocolates o "Steinboch cupcakes"

El domingo me fui con los del curro a la montaña. El plan era subir a Pilatus, una montaña bastante conocida aquí en Suiza, sobretodo a nivel turístico (se sube en una góndola y hay un restaurante y un hotel arriba, desde los cuales hay unas vistas preciosas sobre Lucerna). Como la subida estándar es cortita pero dura, decidimos empezar desde un poco más lejos e ir subiendo más progresivamente, a lo largo de la cresta de una montaña cerca de Pilatus. En principio, iban a ser 6 horas para llegar, y luego bajar en la góndola. Cambiamos la salida del sábado al domingo porque parecía que el tiempo iba a ser mejor, pero no fue así: aunque no llovió a cántaros en ningún momento, estuvo todo el día nublado (excepto ya bastante tarde por la tarde) y llovió más del 50% del tiempo que estuvimos en la montaña. Pero a pesar del mal tiempo, fue un salida estupenda!!! Del paisaje no pudimos ver mucho, porque como he dicho estuvo nublado. Pero el camino es genial, con trozos de bosques frondosos, zonas rocosas en la parte alta, algunas zonas con cables... Como no sé veía un carajo por la niebla, pensamos que nos habíamos equivocado, desandamos un trozo que luego nos tocó volver a desandar porque resulta que no nos habíamos equivocado... Así que al final no llegamos a Pilatus porque no hubiésemos podido coger la última góndola.

Dos cosas marcaron la salida. La primera, la hospitalidad Suiza. Estando empapados y buscando un lugar seco para comer nuestros sanwiches, nos encontramos en medio de la nada una cabaña con gente. Preguntamos si podíamos comer allí, y resulta que no sólo nos dejaron entrar, sino que nos dieron una sopa caliente, café, té y schnaps (licores suizos)! Y eso sólo a cambio de la voluntad que quisieras dejar en un bote! Y luego el hombre que nos acercó en su coche al pueblo de al lado, porque al que llegamos no había tren y ya había pasado el último autobús... Lo segundo, la magia: estando en la cima de la montaña, con una niebla que no te permitía ver a más de 15 metros, de repente nos encontramos con un steinboch (ver la foto más abajo) una de estas cabras enormes que hay en Suiza! A mi me dio un poco de miedo, porque tenía unos cuernos de medio metro de alto, pero se ve que ellos (había dos) debían estar igual de acojonados, porque se fueron corriendo al poco de vernos. Pocas veces se tienen estas experiencias tan místicas, por eso he decidido ponerle a esta receta "Steinboch cupcakes".

Y es que... aquí está mi primera cupcake!!!! Ya tenía ganas desde hace tiempo de empezar a probar recetas, pero nunca me había venido bien. Así que aproveché el sábado y me lancé a la aventura de las cupcakes, para llevarlas a mis colegas montañeros el domingo. Estoy a la espera de dos libros de cupcakes que me compré, así que no será la única receta que va a caer en este blog! Estas me gustaron bastante, pero esperaré a hacer algunas más para poder juzgarlas mejor :)




Antes de empezar:
  • Dificultad: media
  • Preparación: 20 min para las cupcakes + 30 min para el glaseado
  • Cocción: 20 min
  • Coste: barato
  • Origen: Internacional
  • Receta adaptada de: Chocolate Cupcakes, cupcakerecipe.net

Ingredientes (para 12 cupcakes):


Para las cupcakes:
110g de mantequilla a temperatura ambiente
110g de azúcar
110g de harina
2 cucharadas de cacao en polvo
1 cucharadita de levadura en polvo (3-4 gramos)
2 huevos a temperatura ambiente
Media cucharadita de esencia de vainilla

Para el glaseado:
110g de mantequilla a temperatura ambiente
150g de azúcar glas
65g de chocolate con leche
65g de chocolate blanco
Unas cucharaditas de agua caliente (si es necesario)

Para decorar (opcional)
Bolitas de chocolate, virutas de chocolate...

Preparación:

Para las cupcakes:
  • Poner la mantequilla en un bol grande con el azúcar y batir a media velocidad con una batidora de varillas hasta que quede una mezcla cremosa (unos 5 minutos).
  • Añadir los huevos a la mantequilla de uno en uno (no añadir el segundo hasta que el anterior se haya integrado completamente en la masa).
  • En otro bol, mezclar la harina, la levadura y el cacao.
  • Ir añadiendo la mezcla de harina a la masa de mantequilla progresivamente, tamizando con un colador (para que la mezcla coja aire). Mezclar con una espátula.
  • Poner moldecillos de papel o engrasar con mantequilla una bandeja para 12 muffins. Repartir la masa en los moldecillos. Deberían quedar llenos más o menos a la mitad.
  • Hornear en un horno precalentado a 175ºC durante unos 20 minutos.
  • Sacar del horno, poner las cupcakes en una rejilla y dejar enfriar por completo.


Para el glaseado:

  • Fundir por separado los chocolates al baño maría o en el microondas (con una cucharadita de leche y removiendo muy a menudo para que no se queme). Reservar.
  • En un bol, batir la mantequilla con una batidora de varillas hasta que quede cremosa. Añadir progresivamente el azúcar sin dejar de batir.
  • Separar la crema a partes iguales en dos boles.
  • En uno, añadir el chocolate con leche, y en otro el chocolate blanco. Mezclar bien con una espátula. Si la crema espesa mucho, añadir una(s) cucharadita(s) de agua caliente (yo le añadí un poco a la de chocolate blanco, a la de chocolate con leche no hizo falta).
  • En una manga pastelera, poner las dos cremas, intentando que quede cada una a un lado de la manga (para que quede el efecto rallado).
  • Glasear las cupcakes con la crema y decorar al gusto.

Comentarios:


Para esta receta, usé un cacao en polvo que compré en el Sampaka la última vez que fui a Barcelona, el mismo que utilicé para los encantos de chocolate: "Cacao rojo oscuro 21%". Pero vamos, cualquier cacao de buena calidad debería valer... Las bolitas de decoración también las compré allí. Se llaman "Shots de fresa cubiertos de chocolate blanco", porque tienen dentro un poquito de mermelada de fresa. Bien ricos!

Bueno, y lo mejor para el final, las fotos!



Para que comprendáis por qué nos perdimos!


El grupo!


Y nuestro amigo el Steinboch!

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Tarta de almendra rellena de chocolate

Mañana nos reunimos el grupo de excursionismo de mi trabajo, para intercambiar fotos de las salidas que hemos hecho (en el diccionario, excursionismo es la traducción al castellano que he encontrado de hiking, aunque no sé si es la palabra correcta...). Para no cortar la jornada laboral, hemos quedado a la hora de comer en la cafetería del curro. Así, además de juntar todas las fotos, nos sentamos juntos a comer y comentamos un poco la salida del domingo, qué tal nos va... Yo, la verdad, es que fotos tengo pocas, porque soy una vaga y, aunque siempre cargo con la cámara, nunca la saco... Así que he decidido que, en lugar de llevar fotos, les llevaré un postre. Lo de siempre, cada loco con su tema! Y como tenía un paquete de almendras molidas que caduca en breve, me decidí por esta tarta, que hacía siglos que quería hacer. Todavía no la he probado entera, pero por partes (probé un poco de bizcocho y me comí un par de cucharadas del relleno...) está riquísima! Espero que no se reblandezca, porque la hice ayer y estará hasta mañana en la nevera, pero es que hoy no tenía tiempo para hacerla. A ver qué tal! Ya os contaré mañana...

Las fotos no muestran toda la espectacularidad del pastel, porque las he hecho por la noche y, como siempre, con luz artificial las fotos quedan amarillentas... Qué se le va hacer! He llegado a casa y era de noche, y paso de llevarme la cámara al trabajo para poder hacer las fotos antes de que mis compis de montañismo se zampen el pastel. Si sobra algún trozo igual me lo traigo y le hago una foto con buena luz, aunque lo dudo, porque me va a dar pereza y, si sobra algo, lo repartiré con el resto de colegas del curro...




Antes de empezar:

  • Dificultad: baja
  • Preparación: 20 min para el bizcocho + 20 min para el relleno y el montaje + 45 min de reposo (para que se enfríe el chocolate, cuaje el relleno...).
  • Cocción: 15-20 min
  • Coste: medio
  • Origen: Internacional
  • Receta adaptada de: Pastel de almendra y avellana, Chocolate: Recetas Sabrosas, Jacqueline Bellefontaine

Ingredientes (para 10-12 personas):


Para el bizcocho:
6 huevos a temperatura ambiente
150g de azúcar
150g de almendra molida
75g de harina
cacao en polvo (para decorar, opcional)
mantequilla para engrasar el molde (opcional, se puede hacer con papel de estraza)

Para el relleno:
150g de chocolate negro (yo usé uno al 80% de cacao)
30g de mantequilla
350ml de nata líquida espesa (aquí se conoce como double crème)


Preparación:
  • Encamisar dos moldes redondos de 24cm de diámetro con papel de estraza, o untarlos con mantequilla (yo tenía uno de 24 y otro un poco más grande, así que luego corté el más grande para que tuviese el mismo tamaño que el pequeño...).
  • En un cuenco grande, batir los huevos con el azúcar con una batidora eléctrica de varillas, hasta que quede una crema ligera y cremosa (unos 10 minutos). Si queréis aseguraros de que la crema quede bien, los huevos tienen que estar a temperatura ambiente y podéis batir los huevos sobre una fuente de agua caliente pero no hirviendo (lleva un poco más de logística, pero no falla...).
  • Añadir la almendra molida y mezclar con una espátula.
  • Tamizar la harina, añadirla a la masa y mezclar con una espátula hasta que se haya disuelto por completo, pero con cuidado para que los huevos no se bajen.
  • Verter la mitad en cada molde.
  • Hornear en un horno precalentado a 190ºC durante 15-20 minutos, hasta que queden esponjosos al tacto. Si horneáis los dos al mismo tiempo, puesto que el horno no calienta igual en todas partes, cambiad los moldes de posición para que queden homogéneamente horneados.
  • Dejar enfriar unos minutos en el molde fuera del horno, desenmoldar y dejar enfriar completamente en una rejilla.
  • Derretir el chocolate al baño maría (o en el microondas, con un poquito de leche, removiendo a menudo para que no nos pasemos y se queme). Añadir la mantequilla y mezclar hasta que se derrita por completo. Reservar unos 10-15 minutos para que se enfríe un poco.
  • Montar la nata hasta que quede bien cremosa (un par de minutos). Añadir el chocolate y mezclar con una espátula hasta que quede una crema homogénea.
  • Dejar reposar unos 15-20 minutos para que la crema espese.
  • Poner el chocolate sobre uno de los bizcochos. Cubrir con el otro bizcocho. Yo usé un aro de repostería para que el relleno quede bonito y con forma bien circular.
  • Guardar en la nevera al menos una hora.
  • Opcionalmente, se puede espolvorear cacao en polvo o azúcar glas sobre el pastel. Para hacer el efecto rallado, cortar tiras finas de papel de estraza, colocarlas aleatoriamente en el pastel, espolvorear el cacao o el azúcar y retirar las tiras con cuidado, para que no se esparza (como se ve en la foto).


Comentarios:


Como podéis ver en el título original de la receta, en principio se debería hacer el bizcocho con la mitad de almendra molida y la mitad de avellana. Yo lo hice sólo con almendra porque, como ya he dicho, me caducaba un paquete de almendra molida que tenía. Supongo que con avellana también quedará bien...

Otras modificaciones de la receta original son las cantidades, que yo las aumenté en un 50% (es decir, la receta original tiene 4 huevos, 50g de harina...) porque mis moldes son más grandes que los que se requería (los del libro son de 18cm de diámetro). Por eso mi receta es para 10-12 personas, mientras que la original era para 8-10. También omití poner almendras a láminas sobre el pastel, porque simplemente no tenía. Y las sustituí por el cacao para que quedara más impresionante (el libro utiliza azúcar lustre).


lunes, 1 de septiembre de 2008

Galletas triathléticas: chocolate con nueces de macadamia y chocolate blanco

Si digo que participé en la triathlon que organiza cada año mi curro, a que suena impresionante? Y no es mentira! Per claro, matizando un poco, la verdad es que no era una triathlon entera (eran "sólo" 500 m de natación, 19 km de bici y 3.8 km de carrera). Y, además, yo sólo hice la parte de natación (las otras dos partes las hicieron compañeras mías del curro). Ah, y para acabar de arreglarlo, quedamos las últimas. Así que pierde un poco el mérito, no? Pero nosotras estamos súper orgullosas, por haber participado y por haber terminado. No todo el mundo puede decir que ha terminado una (tri)athlon, no?

Después de dos semanitas de vacaciones, ya me apetecía ponerme un poco a los fogones, que en casa me trataron como una reina y lo único que hice fue comer. Así que aproveché al sábado con la excusa de la triathlon y preparé estas galletas y unos blondies cuya receta publicaré en breve. No son las mejores galletas que he probado en mi vida, pero no están nada mal. Hoy he llevado las que sobraron al curro y han volado! Así que supongo que malas no estarían :)



Antes de empezar:

Ingredientes (para unas 45 galletas):


225g de mantequilla a temperatura ambiente
150g de azúcar moreno
100g de azúcar
2 huevos a temperatura ambiente
3ml de extracto de vainilla (unas gotitas)
310g de harina
25g de cacao en polvo
5g de bicarbonato
3g de sal
100g de nueces de macadamia troceadas
175g de chocolate blanco troceado


Preparación:
  • En un bol grande, batir con una batidora de varillas la mantequilla con los dos azúcares.
  • Añadir los huevos uno a uno y batir bien (no añadir el siguiente hasta que el anterior se haya integrado bien en la masa).
  • Añadir el extracto de vainilla y mezclar.
  • En otro bol, mezclar la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato y la sal.
  • Añadir la mezcla de harina en varias tandas, mezclando con una espátula, hasta que la masa quede homogénea.
  • Añadir las nueces y el chocolate blanco y mezclar bien.
  • En bandejas del horno recubiertas con papel de estraza, poner cucharadas de masa (bien separadas, porque las galletas se esparcen en el horno).
  • Hornear durante 10 minutos en un horno precalentado hasta 175ºC, hasta que las galletas estén doradas (con 10-12 minutos basta!!!! Las galletas se endurecen luego cuando se enfrían).
  • Transferir a una rejilla y dejar enfriar completamente.

Comentarios:


Como ya he dicho, hay que separar bien las galletas porque luego se esparcen bastante en el horno (lo podéis ver en la foto, la primera es de antes de hornear las galletas y la segunda es la misma bandeja al salir del horno).



Y, como también he dicho, no hace falta hornearlas más de 10-12 minutos, porque aunque parezca que todavía no estén hechas, se endurecen luego cuando se enfrían en la rejilla.