martes, 1 de febrero de 2011

De vuelta de la censura

Para seguir con la tónica de 2010, nada más llegar al trabajo después de Navidades mi jefe me comunicó su intención de enviarme otra vez a Asia. Así que 17 días después de estrenar el año, ya estaba yo otra vez haciendo las maletas. Esta vez tocó China, más concretamente Wuhan. Supongo que el nombre de Wuhan os sonará a chino. Bromas fáciles a parte, Wuhan es la cuarta ciudad más grande del país (6,7 millones de habitantes!), situada a orillas del río Yangtsé, a unos 700 km al oeste de Shanghai. La verdad es que no opuse gran resistencia al viaje, me apetecía volver a China (estuve hace un par de años en Beijing, pero sólo un par de días, así que casi que no cuenta...).

Me fui a China con los deberes medio hechos para mantener el blog en marcha durante las 2 semanas que iba a estar allí: puse todas las fotos en las entradas y me llevé las recetas en papel. Suponía que iba a encontrar un hueco algunas noches después de trabajar para publicar al menos un par de recetas. Desafortunadamente, no contaba yo con un factor esencial: la censura china. Mi blog no funcionaba, ni la mayoría de los vuestros, ni Facebook. Ejemplos de las limitaciones que el gobierno chino impone a la libertad de expresión. Es curioso, porque en el día a día casi se te olvida que estás en un país con un control tan estrecho de las libertades: las grandes ciudades están súper desarrolladas - en un par de años más no creo yo que tengan mucho que envidiar a cualquier metrópolis europea. A ver si algún día las cosas mejoran!

Por cierto, me alegro de no haber aceptado una oferta que me hicieron este verano para ir a trabajar a China un par de años. Lo del blog supongo que lo hubiese podido arreglar de alguna manera, el principal obstáculo hubiese sido que la mayoría de casas en Wuhan no tiene horno! Y yo sin horno pues como no :) Y después de este rollo, os dejo con la receta (un poco más abajo). En breve haré un pequeño resumen de mis experiencias gastronómicas en China, que han sido muchas!

8 comentarios:

Bea Roque dijo...

Tengo una amiga que estuvo en China hace 2 años durante tres semanas para adoptar una niñita. Tenía pensado escribir sus experiencias como nueva madre desde allí....tuvo que mandar e-mails a una amiga con los textos y las fotos para que le subiera los posts al blog..... en fin...

Anónimo dijo...

ostras madre mia,pues entre la censura y sin horno a mi me daria algo ,la verdad que es otro mundo en depende que cosas.un beso

veto dijo...

Algo sabía yo de esa censura, pero no imaginaba que llegase a tal extremo.

Bueno y lo del horno, sin comentarios... yo también me alegro de que no aceptaras la oferta....

Besos

Lolah dijo...

Es que la libre circulación de las ideas y el contacto con el mundo exterior es lo peor para mantener una dictadura, que por mucho que la economía se esté liberalizando es lo que hay en China.
Ya estoy deseando ver todo lo que has comido!!!
un besico.

Liliana Fuchs dijo...

Debe ser chocante vivir esa censura de primera mano, porque la situación en China es bien conocida pero creo que en Occidente se nos olvida fácilmente lo que es vivir sin libertades o sin democracia. Espero de verdad que las cosas mejoren pronto en ese país puesto que hoy en día, y más en el futuro próximo, va a ser uno de los pilares del mundo.


Un abrazo!

J. dijo...

Sin comentarios... De cualqueir manera, y pese al periplo Chino, te diré que los alfajores de dulce de leche están de muerte... Espero hacerlos desde que pueda... Un besote, guapa!

Irene dijo...

Pues sí, tenemos la gran suerte de vivir en Europa donde damos la libertad de expresión casi por sentada. Qué pena que no sea así en todas partes!

Julia Guarch dijo...

¡Qué trabajo más exótico tienes!