Brownie sencillo

Cuentan que el origen del brownie se encuentra en una tarta de chocolate a la que se olvidó añadir levadura. Se trata pues de una tarta de chocolate compacta y densa, que normalmente se come a trocitos pequeños porque puede resultar empalagosa. A los que somos adictos al chocolate, nos parece simplemente una maravilla!
Se suele servir acompañada de nata montada o de helado de vainilla, pero puesto que "estamos a régimen", nosotros la servimos con unas fresas y con el fruto este tan bonito que nunca sé como se llama...
La receta es muy muy sencilla y es difícil que salga mal, así que la recomiendo para los que estén empezando en la cocina. Con una buena presentación, podéis dejar con la boca abierta a más de uno!

Ingredientes (para unas 12 raciones):

150g de mantequilla
100g de chocolate negro de buena calidad
150g de harina
200g de azúcar
1 cucharadita de café de extracto de vainilla
150g de nueces picadas
3 huevos


Preparación:

• Derretir a fuego lento el chocolate y la mantequilla. Verterlos en un bol y añadir la harina, el azúcar, la vainilla y las nueces. Mezclar todos los ingredientes. Añadir los huevos y mezclar lo justo para que la masa sea homogénea.
  
• Verter en un molde rectangular grande (para que el pastel final tenga unos 5cm de altura) engrasado o recubierto de papel sulfurizado.
  
• Hornear hasta que quede crujiente en la superficie pero tierno en el interior (aproximadamente durante 30 minutos) en un horno precalentado a unos 180ºC .
  

Comentarios:

A mi no me gustan las cosas muy empalagosas, así que tiendo a reducir la cantidad de azúcar. La receta original contenía 300g, así que si sois un poco golosos igual deberíais utilizar esta cantidad.