Experiencias gastronómicas en Michoacán - Méjico

Como ya dije en la última entrada, estos días he estado en Méjico por motivos de trabajo. Más concretamente, he visitado la fábrica que Alstom (mi empresa) tiene en la preciosísima ciudad de Morelia, en la región de Michoacán. La verdad es que ha sido un viaje un poco de locos: salir el domingo tempranísimo de Zürich, llegar a Morelia por la tarde noche, reunión de 12 horas el lunes, reunión de 8 horas el martes, visita de la ciudad, reunión el miércoles y de vuelta a las 2, para llegar a Zürich el jueves a las 5 y pico de la tarde. Todo esto tras 6 aviones, más de 30 horas vuelo y... las ganas de volver pronto, por la gente increíblemente amable, las ciudades enormes, los paisajes desconcertantes (ciudades coloniales al lado de barrios de casas que se caen, propagandas electorales pintadas directamente en las paredes, miles de puestos de comida callejeros, hombres con sombrero de ala ancha...) y bueno, lo que nos interesa aquí, comida absolutamente deliciooooooosa. Los jefes de la fábrica nos llevaron dos noches a comer en restaurantes de comida regional y madre mía cómo se come! He aquí algunas de las cosas que comí. Espero no decir ninguna burrada sobre los platos (si algún mejicano me lee y detecta errores, por favor que me corrija!).

Para picar, cactus marinado (plato del fondo) y ensalada, acompañados de tortitas crujientes (derecha) y salsa de chile rojo y verde (izquierda).

De entrante, sopa tarasca, una especialidad michoacana hecha de tomate, chile, tortillas de maíz y queso. Mmmm...

De plato fuerte, filete a la tampiqueña con guacamole, frijoles, arroz y pimientos. Madre mía qué carne más rica se come en esa zona. Yo pensaba que me estaba volviendo vegetariana, porque aquí casi nunca como carne, pero con estas delicias, quién puede resistirse?

De postre, unos chongos zamoranos, hechos a base de leche cuajada, azúcar y canela. Un gusto muy rico, con una textura peculiar.

Y flan de cajeta, el dulce de leche de los mejicanos. Muy muy rico!

Bueno, y no podía faltar: uno antes de comer y uno después... tequila! Yo estaba convencida de que el tequila se tomaba con sal primero y con limón después, bebiéndotelo de un trago. Pues resulta que a mi me lo ofrecieron con limón, sí, pero también con un vaso de sangrita, una bebida hecha a base de tomate, naranja, lima y chile (hay varias versiones, que incluyen sanguina, cebolla...). Y no se bebe de un trago, sino que se degusta poco a poco, intercalándolo con la sangrita. Yo me quedé con el limón a secas, no veas como picaba la salsa esa maldita!