Shakshuka (huevos pochados en salsa de tomate picante)

La shakshuka (o será EL shakshuka?) es un plato típico de la gastronomía de Oriente Medio, muy común en el recetario judío. Por lo que he leído en Internet, parece que shakshuka significa algo así como "todo revuelto". Y es que el plato es un revuelto en una salsa de tomate picante. En mi caso, la preparé con huevos y queso feta, pero parece que hay miles de variaciones: con pan, atún, salchichas, espinacas, cebolla... Yo no sé qué tal estarán las variaciones, pero con la receta que usé yo estaba estupenda! Bueno, para mí mojar una yema de huevo es un manjar, así que si además está acompañada con una buena salsa de tomate y un poco de queso feta, cómo no me iba a gustar?

Esta receta la saqué de uno de mis blogs favoritos en inglés: Smittenkitchen. Deb nos presenta siempre recetas exquisitas (la mayoría sencillísimas de hacer, por cierto), con unas fotos de quitarse el sombrero! Si tenéis un momentito, os recomiendo que le echéis un vistazo :)

Antes de empezar:

• Dificultad: baja
• Preparación: 15 min
• Cocción: unos 20 min
• Coste: barato
• Origen: Oriente Medio
• Receta adaptada de: Shakshuka, Smittenkitchen

Ingredientes (para 2-3 personas):

60ml de aceite de oliva
Chiles pequeños, quitadas las semillas y bien picados (ver foto más abajo): 2 si no os gusta la comida picante, 4 o 5 si sois un poco más valientes
1 cebolla pequeña picada a trozos no muy pequeños
5 dientes de ajo, pelados, quitado el corazón y cortados a láminas
1 cucharadita de café de comino en polvo (yo no le puse, a mí es que el comino no me gusta...)
1 cucharada sopera rasa de pimentón picado
Una lata de tomates pelados enteros de unos 800g (el jugo se usará también, así que no lo tiréis al abrir la lata!)
125ml de agua
6 huevos
Unos 50g de queso feta desmigajado
1 cucharada sopera de perejil (si es fresco, mejor, si no el seco también vale)
Sal y pimienta (la receta original pide sal kosher, pero yo todavía no he conseguido encontrarla...)

Para acompañar: pan de pita

Preparación:

• En una sartén grande, calentar el aceite a fuego medio. Añadir la cebolla y el chile y freír hasta que la cebolla empiece a dorarse, removiendo de vez en cuando (unos 5-6 minutos). 
• Añadir el ajo, el comino (si se usa) y el pimentón y freír hasta que el ajo empiece a dorarse (unos 2 minutos), removiendo muy a menudo para que no se queme. 
• En un bol grande, verter la lata de tomates y triturarlos con las manos (un poco a lo bruto, la idea no es hacer puré...). 
• Añadir el tomate a la sartén, junto con los 125ml de agua. Dejar cocer durante unos 15 minutos, hasta que la salsa haya espesado un poco. 
• Salpimentar al gusto (no pasarse con la sal porque el queso feta ya tiene un sabor bastante fuerte). 
• Romper los huevos sobre la salsa de tomate con mucho cuidado, para que no se rompa la yema, distribuyéndolos bien en la sartén. Dejar cocer hasta que las yemas estén un pelín hechas. 
• Con una cuchara y mucho cuidado, revolver las claras para que cuajen bien. 
• Retirar del fuego y esparcir por encima el queso y el perejil. 
• Servir con pan de pita para mojar. 

Comentarios:

Yo hice esta receta para cenar H y yo y nos sobró, por eso indico que es para 2-3 personas. A mí el nivel de picante me pareció perfecto, pero H le tuvo que añadir tabasco porque dijo que no notaba nada los chiles. Yo soy muy floja en cuanto a picante, así que igual mejor añadir un pelín más de chile...

Y hablando de chile... La receta pedía 5 chiles Anaheim (nunca había oído hablar de este tipo de chiles...) o 3 jalapeños, pero yo no encontré ninguna de estas dos variedades en el súper así que compré los que encontré.