Los que me leéis de vez en cuando, sabéis que muchos de los postres que hago se los llevo a mis compañeros de trabajo o a los amigos con los que voy a la montaña (que son de mi empresa pero no son mis compañeros). Pues bueno, todos los que probaron esta tarta de queso, coincidieron en decir que ésta es la mejor tarta que han probado de todas las que les he llevado (que son muuuuuuuuuchas!). A mí la tarta me pareció DELICIOSA (un poco pesada, pero no sorprenderá a nadie, qué se puede esperar de una tarta que contiene queso y caramelo???). Que me encantara a mí que me pirra el caramelo no es nada extraño, pero si todo el mundo que la probó coincide en que está riquísima, algo tendrá la tarta!!!!! Pues eso, que es una tarta de lujo, y no demasiado difícil de hacer. Vamos, una joya de receta! Aunque la foto no le haga justicia...
Antes de empezar:
- Dificultad: media
- Preparación: 30 min
- Cocción y/o reposo: 35 min de cocción + unos 60 minutos para que enfríe + mínimo 3 horas de refrigeración (mejor una noche entera)
- Coste: medio
- Origen: Internacional
- Receta adaptada de: Vainilla Spice, Cheesecakes baked and chilled, The Australian Women's Weekly
Ingredientes (para 8-12 personas):
Para la base:
250g de galletas (yo usé de las Digestive de McVities)
125g de mantequilla
Para la tarta:
200g de fudge
2 cucharada sopera de leche
1 vaina de vainilla
250g de queso cremoso (tipo Philadelphia)
500g de ricotta (o, en su defecto, requesón)
2 cucharadas soperas de zumo de limón (más o menos, el zumo de un limón pequeño)
150g de azúcar glas
2 huevos a temperatura ambiente
Preparación:
- Preparar la base: derretir la mantequilla (al microondas o en un cazo a fuego lento), triturar las galletas (con un robot de cocina) y mezclar. Presionar la masa en un molde redondo de 24cm de diámetro hasta que el grosor sea homogéneo y refrigerar en la nevera al menos 30 minutos.
- Mientras tanto, derretir el fudge con las cucharadas de leche a fuego medio. Reservar, removiendo de vez en cuando para mantenerlo líquido.
- Partir la vaina por la mitad longitudinalmente, rascar las semillas y ponerlas en un bol grande. Añadir el queso, la ricotta, el zumo y la mitad del azúcar (75g). Mezclar primero con una espátula y luego batir con una batidora de varillas hasta que la mezcla sea homogénea.
- En un bol pequeño, batir los huevos y el azúcar restante (75g) con una batidora eléctrica, hasta que quede una masa espesa y cremosa.
- Añadir a la masa anterior y batir hasta que quede una masa homogénea.
- Verter en el molde anterior la mitad de la masa. Repartir la mayor parte del fudge y acabar de cubrir con la crema de quesos. Verter el fudge restante sobre la crema y remover con una espátula para dar efecto amarmolado.
- Hornear durante 35 minutos en un horno precalentado a 170°C.
- Pasado este tiempo y, aunque la tarta no ha cuajado del todo, apagar el horno y dejar enfriar dentro del horno con la puerta entreabierta (yo puse una cucharada de madera en la puerta para que ésta quedase ligeramente abierta). Con esto, la tarta acabará de cuajar.
- Cuando esté completamente fría, guardar en la nevera (cubierta con papel de plástico o aluminio) al menos 3 horas (mejor si es toda la noche).
Comentarios:
Ya sé que, pasados los 35 minutos de cocción, la tarta parece que esté todavía medio cruda (de hecho, si se agita el molde, la masa no está ni mucho menos cuajada, se mueve como un flan...). Yo era un poco escéptica a apagar el horno y estuve a punto de dejarla un poco más. Pero luego recordé que había leído en algún blog (siento no recordar cuál...) que el truco de las cheesecakes es que el queso no tiene que haber cuajado del todo al apagar el horno. Así que decidí probar y, efectivamente, la tarta estaba completamente cuajada cuando se enfrió. Así que no os asustéis y seguid la receta al pie de la letra.
Como dice la Wikipedia, el fudge es, en su forma más básica, una mezcla de azúcar, mantequilla y nata, cocidos hasta generar un dulce espeso que se corta en cuadraditos. Es algo así como el dulce de leche, pero más espeso. En mi caso, yo usé fudge traído desde Londres, producido por una conocidísima empresa de chocolates y dulces: Thornton's. Éste es de primerísima calidad, cosa que tiene luego una gran influencia en el gusto final de la tarta. Creo que el fudge se puede encontrar en tiendas de golosinas (cuadraditos envueltos individualmente) y en la parte de dulces de los grandes supermercados (al menos aquí en Suiza).
4 comentarios:
Ummm!!
Que rica!!
Besitos
Fantàstica!!! que rebona! petons.
Esta tarta es para no poder quitársela uno de la cabeza. Bueno, ni de las caderas. Un beso grande. Sonia
Qué buena pinta!con qué has decorado la tarta?
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