martes, 12 de junio de 2007

Mousse de Chocolate

La mousse de chocolate es mi receta estrella. Es la que más he hecho (salvo a lo mejor los huevos fritos :) ) y la que mejor me sale... Es además la primera receta que aprendí a hacer yo sola, así que me cargué un par de docenas de huevos hasta que la cosa comenzó a parecerse a una mousse y no a una crema. Es sencilla pero lleva bastante tiempo (más de una hora entre que empiezas y la metes a la nevera) y luego hay que esperar unas horas (mejor una noche entera) . Pero merece la pena esperar :D



Ingredientes
(para 4-6 personas):

6 huevos + 1 clara
200 gr de chocolate negro
6 cucharadas de azúcar
1 chorrito de vino Porto


Preparación:
  • Se separan las claras de las yemas. Se montan las claras a punto de nieve.
  • Se derrite en el microondas (10 segundos a pontencia máxima) o al baño maría, el chocolate cortado en trozos con el chorrito de Porto. Se añade el azúcar y las yemas a la preparación de chocolate, se revuelve bien.
  • Se pasa la preparación de chocolate a un bol grande y se echan 4 cucharadas grandes de claras encima. Se mezcla con una cuchara de metal o de plástico grandes, lentamente y con movimientos envolventes.
  • Una vez que las claras están bien mezcladas, se vuelven a echar otras 4 cucharas grandes sobre la preparación de chocolate y se mezclan. Así hasta que no queden claras.
  • Una vez todas las claras mezcladas, se pasa la mousse a un bol bonito, a copas de cristal o boles individuales o vasitos etc.
  • Se dejan en el frigorífico, tapadas con papel de plástico transparente mínimo 4 horas. Lo mejor es dejar la mousse una noche entera en el frigorífico antes de servir (8 horas)

Comentarios:

La receta es relativamente sencilla, pero lo que va a hacer que sea un éxito son los pequeños trucos .....

Yo siempre he utilizado el chocolate de Postres de Nestlé (el que tiene un papel marrón creo). Este chocolate es al 64%, y la mousse queda bastante fuerte. Cuando hicimos la receta en casa de Irene utilizamos chocolate al 75%. Para mi gusto quedó demasiado fuerte: es difícil comerse una copa entera... como relleno de pasteles o para servir con frutas y helado puede estar bien ... pero yo prefiero con chocolate un poco más ligero. No creo que Irene esté de acuerdo conmigo :D

Para obtener las claras de huevo, se separan con cuidado las claras de las yemas una por una en un vaso antes de pasarlas a un bol más grande donde se van a montar luego (si un poco de yema cae en una clara, no se puede utilizar ya que no conseguriamos montarla). Para que las claras queden firmes se debe echar un pellizco de sal antes de comenzar a montarlas con la batidora.

Para derretir el chocolate: se puede usar Porto (que le da un gusto ligero a la mousse) o bien nata líquida. Lo importante aquí es no pasarse con el líquido: la preparación de chocolate debe quedar al final (una vez que el azúcar ya se ha añadido) muy cremosa (como en la foto). Si la preparción es líquida, no se podrá mezclar a las claras y no obtendremos una mousse sino unas natillas! En la foto se ve más o menos la consistencia:



Para mezclar el chocolate con las claras: esta es la fase más delicada y más importante de una mousse. Los movimientos deben ser envolventes y muy suaves, ya que no se deben bajar las claras mientras se hace la mezcla. No se deben echar todas las claras de golpe sino poco a poco y se debe utilizar una cuchara grande de servir o una espátula. Esta fase puede llevarnos hasta 40 min!



Se sabe cuando se ha conseguido una buena consistencia al final cuando queda como en la foto: llena de pequeñas burbujitas, y minúsculos trocitos blancos de clara. Si mientras se mezcla quedan trozos más grandes de clara sin mezclar, se pueden deshacer con cuidado usando un tenedor.


1 comentario:

Irene dijo...

A mi, como ya he dicho miles de veces, me encanta el chocolate negro. Así que no me me costó ningún esfuerzo tomarme una copa entera de mousse de chocolate. Tengo que reconocer que, para los amantes del chocolate con leche, mejor usar chocolate con menos porcentaje de cacao porque les va a parecer demasiado fuerte.